¿Podemos vivir sin móvil?

Los aparatos tecnológicos nos han facilitado la vida. Sin embargo, han pasado de ser un lujo a ser una necesidad utilizándose de manera excesivamente abusiva, siendo ahora una parte central de nuestra vida. En otras palabras, estamos "enganchados" a la tecnología.

     El uso de las tecnologías resulta un escape de la vida real o, incluso, la vida plasmada en las redes sociales en muchas ocasiones se convierte en la más importante, especialmente en el caso de los adolescentes. El desarrollo personal en las redes sociales puede llevar consigo un perjuicio de las habilidades de comunicación personal. El problema de esto, es que su "tratamiento" es complicado que dé los resultados esperados, dado que la mayoría de sujetos, como se ha dicho anteriormente, especialmente los adolescentes no aceptan este trastorno y, por lo tanto, no dan el paso a solicitar ayuda para disminuir el tiempo que emplean en utilizar aparatos electrónicos, concretamente, en las redes sociales,

Imagen recuperada de: El Confidencial. Enganchados al móvil: por qué es un error hablar de adicción. Disponible en: http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2017-02-19/movil-adiccion-adictos-salvados-jordi-evole-smartphone_1333682

     Es en este punto en el que Vía-Educación puede actuar en aras, no de limitar el uso de las nuevas tecnologías, sino de cambiar las tornas y hacer de este uso excesivo un uso adecuado, útil y, sobre todo, educativo. Mediante su servicio, esta emergente empresa, puede conseguir que las personas usuarias de los transportes públicos, especialmente, la población joven, utilice sus dispositivos, aunque solo sea durante los tramos de trayecto, para algo más que para sumergirse en las redes sociales y llevar sus capacidades más allá de lo que ellos mismos piensan.

                                                                                          Por García García, Naomi

Referencias bibliográficas

Echaburúa. E., & De Cortal, P. (2010). Adicción a las nuevas tecnologías y a las redes sociales en jóvenes: un nuevo reto. Adicciones, 22 (2). 91-96.